Son famosas sus mujeres, sentadas en la puerta de su casa, vestidas con faldas multicolor, blusas negras bordadas con inmensas flores, aretes de metal que relumbran con los rayos del sol. Peinan sus largas cabelleras obscuras con trenzas que parecen poemas y sus grandes ojos hablan de fuerza. Cerveza en mano muestran que la equidad e igualdad llegó mucho antes que en otras ciudades.